La bodega más antigua de Canarias y entre las diez más antiguas de España. Mantenemos algunas vides del siglo XIX que maduran en la ladera y son vendimiadas a mano, una por una. El fuego, el viento y la roca, crean unas condiciones extremas de las que nacen unos vinos con un marcado carácter y personalidad, con los que descubrimos el alma de una tierra y un clima únicos en el mundo.